martes, 10 de julio de 2018

Antonio José de Sucre

Antonio José de Sucre
por el pintor  Martín Tovar y Tovar 

INTRODUCCIÓN
Antonio José de Sucre (1795-1830), político de origen venezolano, una de las figuras más destacadas de la emancipación de América Latina, gran mariscal de Ayacucho, primer presidente de Bolivia (1826-1828).
Nació el 3 de febrero de 1795 en la ciudad venezolana de Cumaná. Recibió en Caracas una educación esmerada y destacó en el estudio de materias relacionadas con la ingeniería militar tales como el álgebra, la geometría, la trigonometría, la agrimensura, la fortificación y la artillería.

SU ASCENDENTE CARRERA MILITAR
Tenía 15 años de edad cuando se unió a la lucha por la independencia de Venezuela, el 19 de abril de 1810. Su carrera fue en vertiginoso ascenso: desde subteniente de infantería en julio de 1810 hasta general en jefe en febrero de 1825.
En Cumaná, Sucre había entrado inicialmente a servir como subteniente del Cuerpo de los Nobles Húsares del rey español Fernando VII, cuyo comandante era su padre, Vicente Sucre. Casi de inmediato, el 12 de julio de 1810, pasó a las Milicias Regladas de Infantería, y al siguiente mes, la Junta Suprema de Caracas le nombró subteniente del Cuerpo de Ingenieros.
Con apenas 16 años de edad, Sucre recibió el nombramiento de comandante del Cuerpo de Ingenieros de Margarita, cargo que hubo de abandonar para participar en la campaña de Francisco de Miranda contra los realistas españoles alzados en Valencia.
En julio de 1812, Sucre, con el grado de teniente, era ya comandante de artillería y del Cuerpo de Ingenieros de Barcelona. Al expirar la primera República venezolana a finales de ese mes, rechazó la posibilidad de escapar al exterior y se refugió con algunos de sus hermanos en la hacienda familiar de Hacamaure, en el golfo de Cariaco.
Cuando el general Santiago Mariño invadió el oriente venezolano desde el islote de Chacachacare el 12 de enero de 1813, Sucre se unió a su ejército y recibió el grado de capitán. Un año más tarde, Mariño le nombró su edecán, hasta que perdida la segunda República venezolana en 1814, Sucre emigró a Cartagena de Indias, en cuya defensa participó activamente, y luego se trasladó a Haití, donde Simón Bolívar organizaba la llamada expedición de Los Cayos (1816). No se enroló en esta expedición. Estuvo en Trinidad unos seis meses, y al regresar al lado de Mariño obtuvo el grado de coronel de infantería (1 de diciembre de 1816). En febrero de 1817 Mariño le nombró comandante general de la provincia de Cumaná. Simón Bolívar, quien había empezado a admirar las cualidades de Sucre, le designó el 19 de septiembre de 1817 gobernador de la Vieja Guayana y comandante general del Bajo Orinoco; y en octubre le encomendó la difícil tarea de reducir al general Mariño, su anterior jefe, a la obediencia al gobierno. Con habilidad política, logró restablecer la autoridad del Libertador entre los jefes orientales.

JEFE MILITAR
Libertada Nueva Granada y creada la República de la Gran Colombia, Bolívar firmó con el general español Pablo Morillo un armisticio así como el Tratado de Regularización de la Guerra (27 de noviembre de 1820), redactado por Sucre. Aprovechando el periodo de paz, el Libertador le envió a Guayaquil, cuya incorporación a Colombia logró. Sucre, de inmediato, asumió la dirección de la guerra como jefe de las Fuerzas Auxiliares de Colombia, en vista de que los realistas intentaban desde Quito y Cuenca recuperar Guayaquil. En Yaguachi (Yahuachí) obtuvo un resonante triunfo (19 de mayo de 1821); fue derrotado en Huachi, su único revés (12 de septiembre del mismo año), pero llegó victorioso a Cuenca el 21 de febrero de 1822; en la ruta hacia Quito venció brillantemente en Pichincha el 24 de mayo siguiente, dando libertad al actual territorio ecuatoriano.

Batalla de Pichincha 
Con el cargo de intendente de Quito, estrenó también el ascenso a general de división. La batalla de Junín, que tuvo lugar el 6 de agosto de 1824, despejó el camino hacia el Perú, que había solicitado la intervención de Bolívar. Éste actuó rápidamente en Lima y organizó la campaña contra los realistas del Perú, pero el Congreso le retiró las facultades para dirigir la guerra en el sur, por lo que acabó dejando el mando en las manos de Sucre.
Batalla de Junín, por el pintor Martín de Tovar y Tovar 

El general cumanés triunfó el 9 de diciembre de 1824 en Ayacucho sobre las tropas realistas al mando del virrey José de la Serna, que durante 14 años habían permanecido invictas en el Perú. Con esta batalla quedaba libre del dominio español la práctica totalidad de Sudamérica. Sucre recibía el título de gran mariscal de Ayacucho y el grado de general en jefe.

Sucre en la batalla de Ayacucho
Batalla de Ayacucho
(Sucre en el centro, saluda con su sombrero)
Óleo por el pintor  Martín Tovar y Tovar
Capitulación de Ayacucho, óleo del pintor peruano Daniel Hernández.

PRESIDENTE DE BOLIVIA
Convocó una asamblea en Chuquisaca (ciudad que, en 1840, recibiría la denominación de Sucre en su honor) que decidió la independencia del Alto Perú el 6 de agosto de 1825, pasando a llamarse República de Bolivia. Sucre fue el primer presidente de esta nueva nación desde el 28 de octubre de 1826, y a los dos años renunció para retirarse a la vida privada y reunirse en Quito con Mariana Carcelén, marquesa de Solanda, con quien se había casado por poderes el 20 de abril de 1828.
Pero aún le tocaba cumplir una función pública, la de presidir el último Congreso de la República de la Gran Colombia el 20 de enero de 1830. Tras relatar ante éste el fracaso de su gestión en la frontera venezolana, salió de Bogotá camino de Quito. En una emboscada tendida en la montaña de Berruecos, en el suroeste de la actual Colombia, Sucre murió asesinado el 4 de junio de ese año. Sus restos mortales reposan en la catedral de Quito.

Fuente del Texto: Enciclopedia Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993--2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos

Paredes Juan
Editor