viernes, 30 de marzo de 2018

Poesía gauchesca

Poesía gauchesca, estilo poético asociado a la cultura del área rioplatense y a las formas de vida del gaucho pampeano; esta importante expresión literaria nace, humildemente, muy a comienzos del siglo XIX, ligado al contexto de las luchas por la emancipación y el espíritu nacionalista que despertó. Hay que entenderla como una variante popular a la vertiente culta, que predominaba en la vida literaria hispanoamericana.




Pintura, Autor Rodolfo Ramos, 1995 

Los llamados “cielitos” (porque esta palabra se repetía como estribillo) del uruguayo Bartolomé Hidalgo, considerado el iniciador, son una forma todavía primitiva de poesía patriótica con acentos autóctonos y comprometida con la causa independentista. Lo que es literariamente novedoso en ella es el sabor criollo de su espíritu y lenguaje, que se fundan en una reelaboración de tradiciones populares de fuente oral. Los cielitos son coplas cuya forma métrica proviene del romancero español, pero que se adaptan a la sensibilidad y lenguaje americanos. Sus primeras muestras aparecen en 1812 y las últimas corresponden a 1821, pues acompañan los distintos episodios de la campaña patriótica del prócer Artigas. En ellos aparece en germen una figura capital de la literatura rioplatense: el gaucho, el legendario hombre a caballo, errante y rebelde.
Tras estos comienzos, la poesía gauchesca se afirma y populariza entre los lectores cultos, en la segunda mitad del siglo XIX, ahora en el contexto del esfuerzo por organizar las naciones rioplatenses y del auge romántico, que le sirvió de estímulo y del que es, en cierta manera, su más original expresión. Los forjadores de la tradición gauchesca en este periodo son los argentinos Hilario Ascasubi y Estanislao del Campo y el uruguayo Antonio Lussich. El primero, todavía un poco rudo y repentinista, fue un testigo satírico del acontecer político, que se refleja como trasfondo en su poema narrativo Santos Vega o Los mellizos de la Flor. Del Campo es de una sensibilidad más refinada y de sutil ironía, lo que se advierte en su famoso Fausto, paródica versión de la ópera de Gounod que hace un gaucho a otro tras su estreno en Buenos Aires.
Pero la gran figura de la gauchesca y sin duda la voz poética más original de todo el período es la de José Hernández y su inmortal Martín Fierro. Insuperable por su hondura, su gracia y su perfecta identificación con la voz y el carácter del gaucho, este poema es una prueba de la madurez de la literatura hispanoamericana en su afán de crear personajes y asuntos inconfundiblemente propios.

Fuente del Texto: Enciclopedia Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993--2008 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

José Mármol



José Pedro Crisólogo Mármol (1817-1871), escritor argentino, nacido en Buenos Aires, donde realizó sus estudios de enseñanza primaria y secundaria e inició su carrera universitaria de Derecho.
Fue perseguido por la policía de Rosas y emigró a Montevideo, y desde allí realizó numerosos viajes a Brasil y Chile, en el transcurso de los cuales escribió Cantos del peregrino (1845).
Nuevamente en Montevideo, trabajó como periodista y allí dio a conocer —como folletín— la primera parte de su novela Amalia (1851); la misma quedó incompleta, pues tuvo que viajar a Buenos Aires después de la batalla de Caseros, pero en 1855 finalizó su novela y la publicó.
Fue el más vehemente poeta romántico argentino y el autor de la primera novela del país.
Su oposición a Rosas quedó demostrada en sus versos: A Rosas (1843), El puñal, A Buenos Aires —ambas de 1844— y Armonías (1851).

Florencio Varela



Florencio Varela (1807- 1848)

Escritor y Periodista, nació en Buenos Aires el 23 de febrero de 1807, hermano de Juan Cruz Varela. Aficionado desde niño a la poesía, creció en la atmósfera creada por los poetas de la libertad y de la revolución. A los 15 años de edad, en una conmemoración de la batalla de Ayacucho, improvisó un brindis en verso y el Ministro de Rivadavia, Manuel J. García, le dio un empleo público para alentarle. En 1827 se graduó en derecho. En su formación juvenil, cuidadosa del estilo  enemiga de las licencias del idioma, influyó mucho José Joaquin de Mora, proscrito de España por Fernando VII y contratado en Londres por Rivadavia. A consecuencia de la revolución de 1828, Juan Cruz y Florencio Varela se trasladaron a  Montevideo. Un folleto El Día de Mayo, publicado en 1830, con cinco composiciones poéticas, es el homenaje de Florencio al pueblo que le daba asilo. Tuvo que dedicarse a una tarea profesional agobiadora para sostener a su familia numerosa; sin embargo no dejó de mantener el contacto más íntimo con las letras antiguas y modernas, europeas y americanas.
Con Juan María Gutiérrez, sostuvo una correspondencia íntima hasta su fin. De su juicio estético nos habla una carta a Gutiérrez: " No puedo comprender -dice- que para expresar nuestras ideas con claridad, con vigor, con belleza, sea necesario tomar frases ni vocablos del extranjero, y pienso que si los franceses y los ingleses pueden expresar esas ideas como lo han hecho Voltaire, y Hume, Dupin, Burke, Lamartine y Byron, valiéndose de idiomas mucho menos ricos y sonoros que el nuestro, nosotros las podemos expresar con más facilidad, mayor pureza y lozanía mayor, manejando un idioma más caudaloso y lleno de armonía. Amigo mío, desengáñese V.; eso de emancipar la lengua no quiere decir mas que corrompamos el idioma".

En el certamen poético celebrado en Montevideo el 25 de Mayo de 1841, fue mantenedor Florencio Varela. Poco después, enfermo de los pulmones, embarcó para Río de Janeiro, con la idea de recoger materiales para una historia patria. Pasó varios meses copiando documentos y tomando apuntes. En aquella oportunidad escribió cuatro artículos en el Jornal do Comercio para refutar a alguien que acusaba al Estado Oriental de haber usurpado al Brasil el territorio entre Arapey y Cuareim.  En Río de Janeiro residía, desterrado y amargado, el ex-presidente Rivadavia. Varela fue unos de los pocos que pudo acercarse a él como antiguo amigo. En una carta a Gutiérrez escribe:" Trabajo diariamente algunas horas con Rivadavia . Este hombre dotado de prodigiosa memoria , de invariable respeto por la verdad, actor de todos los sucesos notables de la revolución, posee muchos y preciosos documentos que no han de hallarse en otra parte y multitud de tradiciones igualmente preciosas. El examen de esos documentos, las explicaciones que sobre ellos me da Rivadavia y la narración de los sucesos que no están publicados, constituyen nuestros trabajos. Me da documentos, tomo notas de lo que hablamos, y a la noche las reduzco a apuntes metodizados." 

Tuvo así el original de la autobiografía del General Belgrano y la documentación de las negociaciones con Carlos IV en 1815, tomó notas curiosas sobre la conspiración de Álzaga y los originales de la traducción hecha por Rivadavia de los dos tomos de los viajes de Azara a la América Meridional, publicados en francés. El 13 de Diciembre de 1842 regresó a Montevideo; en un naufragio perdió su equipaje y solo salvó una parte de sus materiales históricos.  Al año siguiente partió para Europa en misión oficial del gobierno uruguayo ante los gobiernos de Francia e Inglaterra. El viaje no fue estéril para completar la formación de Varela, "el europeo aclimatado en el Plata ya, como aquellas plantas exóticas que, a tres o cuatro generaciones y mediando la cultura esmerada, recobran al fin el perfume y el sabor que les eran originales", según escribió Sarmiento.
El 1 de de Octubre de 1845, fundó en Montevideo El Comercio del Plata, alta tribuna de doctrina y de orientación , desde donde difundió mucha documentación histórica interesante. Inició también una Biblioteca de obras originales y traducidas, y en ella vio la luz el Vasco Nuñez de Balboa de Washington Irving, el Ensayo sobre la Revolución del Paraguay  de Renger y Longchamp, los viajes de Azara, traducidos por Rivadavia. El Comercio del Plata era el más temido por Rosas, y no porque fuese violento.
Poco antes de su muerte Varela explicaba su manera de ver las cosas: "Nos esforzamos, en cuanto nos es posible, por ser moderados, justos, tolerantes, aún para con nuestros enemigos. Jamás los atacamos por sistema, por voto de atacar cuanto hacen y cuanto dicen. Al contrario: procuramos siempre buscar en sus propios hechos, no en teorías nuestras, la explicación de su conducta y la prueba de nuestras acusaciones. De este modo de proceder cuanto hemos descrito desde el primer número de este diario" ... Contra la mesura y la seriedad de su actitud, respondía la prensa rosista aplicando a Varela los epítetos de  "salvaje unitario", "traidor frenético, anarquista impotente y miserable", "renegado", "apóstata", "vil calumniador", "obscuro delator", "vagabundo envilecido", "abyecto esclavo", "prostituto salvaje", "bribón, escritor maldecido de todos los buenos argentinos", etc. El Defensor, el órgano rosista de Cerrito, donde aparecen todas esas calificaciones, llega a pedir "el silencio del bribón escritor". Se ha discutido la autenticidad de una carta de Rosas a Oribe, en donde se sugiere la supresión del escritor a quien temía. Pero los términos de la carta en cuestión coinciden exactamente con la predica de El Defensor. Oribe ordenó el fusilamiento simbólico  de Varela en la calle Restauración tres días después un sicario, Andrés Cabrera, que pudo entrar en Montevideo con un pasaporte firmado por por José A. Iturriaga, secretario de Oribe, apuñaló a Varela el 20 de Marzo de 1848 a la puerta de su domicilio, en la ciudad sitiada. Otras versiones dan el hecho como una venganza de tipo personal. Es interesante lo que el propio Varela escribió acerca de una entrevista con San Martín en Grand Bourg: "Desde que llegué a París supe que el General San Martín huye cuanto puede hablar de los sucesos de Buenos Aires y aún de su propia carrera pública. Sin embargo, la primera vez que le visité, primera que él me había visto, me habló con vehemencia contra el sistema de Rosas, me dijo en el tono del convencimiento y del pesar, que de toda la parte que el conoce de América, Buenos Aires es el pueblo más ilustrado y más dispuesto a la civilización y que, sin embargo, por motivos que dice no comprender, ese pueblo ha sido presa de salvajes y de caudillos bárbaros ... El General, después de beber, dijo materialmente llorando: "Bárbaros, No saciarse en quince años de perseguir  a los hombres de bien !".

Ver Leoncio Giannello: Florencio Varela , Ed. Gullermo Kraft, Buneos Aires, 1948, Juan Antonio Solari: Florencio Varela, El Decano de los Jóvenes, Buenos Aires, 1948; Pacifico Rodríguez del Villar.: Florencio Varela, Texto íntegro del proceso iniciado con motivo de su asesinato (Bs. As 1935), un vol. de 414 págs, id. id: Florencio Varela y el proceso judicial sobre su asesinato, en "La Prensa", sección cuarta 17 marzo 1935. 

Fuente del Texto: Gran Enciclopedia Argentina, Diego Abad de Santillán.

Mas datos sobre Florencio Varela en la Enciclopedia Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Florencio_Varela_(escritor)

Obras de Florencio Varela en la Web Wikisource
https://es.wikisource.org/wiki/Autor:Florencio_Varela

Libro Online, "Asesinato del Sr. D. Florencio Varela, redactor del Comercio del Plata en Montevideo", por José Mármol 
http://www.cervantesvirtual.com/obra/asesinato-del-sr-d-florencio-varela-redactor-del-comercio-del-plata-en-montevideo/

Dos Cartas de Mariquita Sanchéz de Thompson a Florencio Varela, en la Biblioteca Digital Argentina de la Fundación Noble   
http://old.clarin.com.ar/pbda/lit_biografica/doscartasvarela/b-634796.htm

Obras impresas de Florencio Varela, en la Biblioteca del Congresos de la Nación, Palacio Legislativo, sección "Colecciones Especiales", para consulta In Situ: 

Escritos políticos, económicos y literarios. Buenos Aires, Impr. del Orden, 1859.
  Ubicación: B.G. 121


Observations on ocurrences in the River Plate, as connected with the foreign agents and the Anglo-French intervention.. Montevideo, National, 1843.
  Ubicación: B.G. 448


  Tratados de los estados del Río de la Plata y constituciones de las Repúblicas Sud-Americanas. Montevideo, 1847-48.
  Ubicación: C.R. 868


Link al buscador de los textos citados, en la web de la Biblioteca del Congreso de la Nación:
http://consulta.bcn.gob.ar/bcn/catalogo.buscar?d=TA&q=P410222&fs=17&lg=ES

Iconografía y Fotografìa de Florencio Varela en Wikimedia Commons 
https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Florencio_Varela_(writer)



"El Asesinato de Florencio Varela" del autor Juan Manuel Blanes, óleo sobre tela, Museo Hisórico Nacional. 





Retrato de Florencio Varela con su hija María, c.1847
Extraído de la Biblioteca Cervantes Virtual. Fuente original: José X. Martini (ed.), Los años del daguerrotipo. Primeras fotografías argentinas. 1843-1870, Buenos Aires, Ediciones de la Antorcha, 2009 
Paredes Juan
Editor