INTRODUCCIÓN |
Nicolás
Avellaneda (1837-1885), político argentino, presidente de la República
(1874-1880), el último de la denominada República Liberal.
PERIODISTA Y PROFESOR |
Nacido el 3 de octubre de 1837, en San Miguel
de Tucumán, era hijo del periodista y político Marco Manuel Avellaneda, un
opositor a la dictadura de Juan Manuel de Rosas que, de hecho, moriría ejecutado
en 1841 tras protagonizar una revuelta contra el referido gobernador de Buenos
Aires. Esta circunstancia determinó que el pequeño Nicolás y su madre huyeran
ese mismo año al suroeste de Bolivia, concretamente a Tupiza. En 1850, regresó a
su país y comenzó a cursar sus estudios superiores. Tras licenciarse en Derecho
por la Universidad Nacional de Córdoba en 1855, tres años después obtuvo el
doctorado por la Universidad Nacional de Buenos Aires. Pronto logró gran fama
como periodista, trabajando de redactor en los periódicos El Nacional
(que llegó a dirigir), El Pueblo y El Eco del Norte (que él mismo
fundó en 1855); asimismo, ejerció como profesor de Economía en el centro
universitario donde se doctorara.
También por aquellos años inició su carrera
política; así, en 1859, resultó elegido diputado por la provincia de Buenos
Aires. Luego, entre 1868 y 1873 (durante la presidencia de Domingo Faustino
Sarmiento), fue ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública. Desde este
cargo posibilitó que se plasmaran los proyectos educativos de Sarmiento por
medio de la creación de numerosas escuelas primarias y normales, y colegios
nacionales en todo el país.
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA |
El 12 de abril de 1874, derrotó al ex
presidente Bartolomé Mitre en las elecciones presidenciales (para presentarse a
ellas, un año antes había renunciado a su desempeño ministerial). Junto a él,
como vicepresidente, se eligió a Mariano Acosta, proveniente del Partido
Autonomista de Adolfo Alsina. El 12 de octubre, Avellaneda tomó posesión y
relevó a Sarmiento, quien también le había dado su apoyo. A finales de ese mismo
año, reprimió una rebelión iniciada por Mitre el 24 de septiembre tras
considerar ilegal la elección.
En 1876, logró que se aprobara la Ley de
Inmigración (más conocida como Ley Avellaneda), que prometía tierras y trabajo a
los campesinos europeos. Un año después, se aprobó, igualmente gracias a su
iniciativa, una ley de amnistía general que supuso que pudieran regresar al país
muchos opositores políticos y que permitió apaciguar a los seguidores de Mitre.
Durante su mandato, la economía del país vivió una notable recuperación, en la
que tuvieron mucho que ver el impulso que dio a la red de ferrocarriles (pieza
esencial para la integración del territorio argentino), su política de
austeridad, el citado fomento de la inmigración, y el inicio de la exportación
de carne congelada.
En febrero de 1876, se firmó la paz definitiva
con Paraguay, que ponía punto y final a la guerra de la Triple Alianza, cuyos
combates habían acabado cinco años antes. Fue el denominado Tratado
Machaín-Irigoyen, signado por los ministros de Relaciones Exteriores de ambos
países, el paraguayo Fernando Machaín y el argentino Bernardo de Irigoyen, que
dictaminó que el límite fronterizo entre ambos países quedara fijado en el río
Pilcomayo.
Otro hecho especialmente destacable de su
gobierno fue, sin duda, la denominada Conquista del Desierto, completada entre
mayo de 1878 y junio de 1879. Fue una expedición cuyo objetivo era conseguir el
pleno control gubernamental sobre todas las tierras que conformaban Argentina.
Para ello, encargó al general y ministro de la Guerra, Julio Argentino Roca,
comandar la fuerza militar que se trasladó hasta la Patagonia y derrotó y dominó
a los indígenas de la región.
Por último, también en lo referente al marco
de integración nacional, en septiembre de 1880, poco antes de finalizar su
mandato, la ciudad de Buenos Aires se separó de la provincia de Buenos Aires
para convertirse en el distrito de la Capital Federal.
Entre sus ministros más destacados se puede
nombrar a los ya citados Roca, Irigoyen, Sarmiento y Alsina, así como a Carlos
Pellegrini, Victorino de la Plaza y Onésimo Leguizamón.
ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA |
Al concluir su mandato, el 12 de octubre de
1880 cedió la presidencia a Julio Argentino Roca, que había sido elegido para
ello en abril y con cuyo gobierno daría comienzo un nuevo periodo de la historia
argentina, la República Conservadora, que sucedería a la denominada República
Liberal. Antes, en junio, cuando ya se conocía la victoria electoral de Roca,
Mitre y el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, lideraron una nueva
revuelta, rápidamente derrotada por el presidente electo.
Avellaneda resultó elegido ese mismo año
senador, cargo desde el cual logró la aprobación de la Ley Universitaria, que
garantizó la autonomía de las universidades nacionales. En 1881, se convirtió en
rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Avellaneda fue un hombre de
una elevada formación cultural, además de un brillante orador y autor de varias
obras de Economía y Derecho. Tras enfermar, se trasladó a Francia para ser
tratado de su dolencia. Falleció el 25 de noviembre de 1885, cerca de la costa
argentina, cuando regresaba a su país a bordo del vapor Congo.
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Más datos sobre Nicolás Avellaneda en la Enciclopedia Wikipedia
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Iconografía y Fotografía de Nicolás Avellaneda
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Documentos de Nicolás Avellaneda
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